De Vodafone a Yoigo, mi Odisea: La película
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Esta historia se está haciendo más larga que una telenovela latinoamericana o que cuando con la huelga de guionistas americana estuvieron todas las series paradas...
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Madre mía, ¿ya hace más de un año de esto?
Estaba repasando mis verdes y ya no recordaba este hilo. ¡Que grato era disponer de tiempo libre para escribir!
Lo cierto es que estaba pensando en empezar un nuevo relato, ya que parece que se avecina una nueva Odisea. Me he convertido en un c*l* inquieto, y estoy cansado de esperar que las compañías se acuerden de sus clientes...
... pero esto es adelantarme a los acontecimientos.
Quizás antes debería acabar este relato.
Quizás...
quote:
Originalmente escrito por laucsap3
No puedo jurarlo, pero trataré de acabar antes de que George R Martin acabe la saga de Canción de hielo y Fuego
Madre mía, ¿ya hace más de un año de esto?
Estaba repasando mis verdes y ya no recordaba este hilo. ¡Que grato era disponer de tiempo libre para escribir!
Lo cierto es que estaba pensando en empezar un nuevo relato, ya que parece que se avecina una nueva Odisea. Me he convertido en un c*l* inquieto, y estoy cansado de esperar que las compañías se acuerden de sus clientes...
... pero esto es adelantarme a los acontecimientos.
Quizás antes debería acabar este relato.
Quizás...
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Pues sí, acabalo, que ya que me lo he leído entero al ver este último último comentario que has hecho y subir el tema pues no me gustaría quedarme en ascuas!!
quote:
Originalmente escrito por laucsap3
Madre mía, ¿ya hace más de un año de esto?
Estaba repasando mis verdes y ya no recordaba este hilo. ¡Que grato era disponer de tiempo libre para escribir!
Lo cierto es que estaba pensando en empezar un nuevo relato, ya que parece que se avecina una nueva Odisea. Me he convertido en un c*l* inquieto, y estoy cansado de esperar que las compañías se acuerden de sus clientes...
... pero esto es adelantarme a los acontecimientos.
Quizás antes debería acabar este relato.
Quizás...
Pues sí, acabalo, que ya que me lo he leído entero al ver este último último comentario que has hecho y subir el tema pues no me gustaría quedarme en ascuas!!
Yoigger & fan de la tecnología coreana
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Yo quiero que lo acabe ya!!! Que gran historia!!!
Yo cuamdo decidir portarme lo iba hacer hasta el final y asi lo hice. No queria ninguna oferta atrapaclientes
Yo cuamdo decidir portarme lo iba hacer hasta el final y asi lo hice. No queria ninguna oferta atrapaclientes
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Volumen 8: En el espacio nadie puede oír tus gritos... porque no hay nadie
Diciembre de 2009. Parece que fue ayer, y sin embargo si te paras un momento en tu rutina diaria y giras la cabeza da vértigo comprobar cuan lejos queda ya. Parece una eternidad. Como nos pesan las decisiones que escogimos ayer. Cuan profundas cicatrices nos dejó el pasado marcadas a fuego en la piel.
Sin ir más lejos, yo en 2009 llevaba ya casi dos años de facturas erróneas y maltrato psicológico por parte de las huestes sudamericanas de Borrafone.
Por las noches soñaba que llamaba al 123 y no sé de que manera acababa corriendo delante de una enorme bola de color rojo que trataba de aplastarme, mientras yo, con un iPhone dorado, trataba de escapar de esta y de toda una suerte de grupo indígena con el pelo cortado al cazo, y que vestidos con taparrabos y vistosos tatuajes de color no cesaban de dispararme excusas con sus cerbatanas: "Le atenderán en otro departamento" "La factura no se puede arreglar" "Vas a pagar, a pagar, a pagar..."
Me desperté una mañana empapado en sudor. Las nieblas de la pesadilla no se habían disipado, pero un sonido persistente me perforaba el oído. Y no, no era mi mujer: estaba dormida. Era el teléfono, insistente, cansino. Las notas de una melodía de Gorillaz que adoraba convertidas en una tortura. Alargué la mano y cogí el teléfono.
- ¿¿Diga??
- Buenos días, le llamo de Cosafone. Mi nombre es una demostración de multiculturalidad, así como mi acento.
Bueno, quizás no fue exactamente así como se presentó, pero un año después así es como lo recuerdo. Que nadie se queje, que ya tengo bastantes lagunas cuando trato de recordar lo que cené ayer!. La edad hace estragos, jóvenes amigos.
- Diga
- Le llamaba para ofrecerle una nueva tarifa por ser tan buen cliente. La tarifa es la nueva Bono Ilimitado 30, que le estamos ofreciendo a nuestros clientes con mayor antigüedad...
- Ajá
- ... y que tiene llamadas ilimitadas, y...
- ¿Permanencia?
- ¿Perdón?
- Le pregunto si tiene permanencia la tarifa.
- Bueno, sí, pero...
- No me interesa.
- ¿Perdón?
- Que no me interesa.
A la pobre muchacha la deben haber saturado hasta la extenuación con cursillos de márketing y campus empresariales en los que te explican porqué debes darlo todo por tus jefes a cambio de un sueldo miserable; es la única explicación que encuentro a su tono de voz indignado.
- ¿Y porqué no le interesa?
La apostillo con un "si puede saberse" y suelto una risita. Su silencio es cortante como un grito de rabia. En seguida me arrepiento. Esta boca mía me va a perder un día...
- Perdone, no, es que, verá... llevo mucho tiempo con Robofone, y he tenido muchos problemas, y...
Y vuelvo a explicar una vez más todos mis problemas con la compañía. Cuando acabo de hablar con mi psicóloga telefónica, que permanece en un silencio tan absoluto como la nada en el espacio, espero que me suelte un tipiquismo. Que me diga que ha sido culpa mía, que es problema de los departamentos, que me van a tratar mejor, que no me van a pegar más, que lo sienten y que les deje entrar en casa de nuevo. Como me suena la canción...
Pero no!
- Bueno, pues empecemos de cero.
- ¿Perdón?
- Empecemos de cero. Coja usted la tarifa con nosotros y empecemos de cero, como si fuera usted un nuevo cliente.
Anonadado me hayo. ¡Un respeto a las canas!
- Pero es que yo no soy un cliente nuevo. Llevo muchos años...
- Usted ha tenido una mala experiencia con Culofone. Eso ya no se puede cambiar. La ha tenido y la ha tenido. Pero eso pasó y pasó, y ahora es ahora.
Psicología de bar. Junto a la política de barra y a los comentaristas deportivos callejeros, una de mis expresiones favoritas de cultura popular hispanolatina.
Me masajeo las sienes, cierro los ojos y aprieto fuerte los párpados. ¿Esto va en serio?
- A ver... me está diciendo que después de todos los años que llevo con ustedes... ¿me olvide de todos los problemas que he tenido...
- Sí
- ...y que siga con ustedes?
- Sí
- ... atado ...
- ...
- ... otros dieciocho meses más.
Se hace el silencio. No tarda mucho en responder de forma seca.
- ¿Qué otra opción tiene?
- ...
- A ver, piénselo. Tenemos cobertura nacional, ya nos conoce, y sabe que tenemos un buen servicio. Tendrá una tarifa ilimitada a un precio fijo, así que no puede tener problemas de facturación. Cucofone tiene cobertura en el 100% del territorio nacional, no como OTRAS compañías, que tienen que subarrendar las antenas de telefonía. Cuando le llame alguien ¿quiere que le suene el teléfono? Porque eso es lo importante, ¿no?. Piense que se va a comprometer un año y medio de su vida con una compañía que... en fin... ¿Quiere estar un año y medio con una compañía así?.
La verdad es que tenía razón. ¿Quería?
Diciembre de 2009. Parece que fue ayer, y sin embargo si te paras un momento en tu rutina diaria y giras la cabeza da vértigo comprobar cuan lejos queda ya. Parece una eternidad. Como nos pesan las decisiones que escogimos ayer. Cuan profundas cicatrices nos dejó el pasado marcadas a fuego en la piel.
Sin ir más lejos, yo en 2009 llevaba ya casi dos años de facturas erróneas y maltrato psicológico por parte de las huestes sudamericanas de Borrafone.
Por las noches soñaba que llamaba al 123 y no sé de que manera acababa corriendo delante de una enorme bola de color rojo que trataba de aplastarme, mientras yo, con un iPhone dorado, trataba de escapar de esta y de toda una suerte de grupo indígena con el pelo cortado al cazo, y que vestidos con taparrabos y vistosos tatuajes de color no cesaban de dispararme excusas con sus cerbatanas: "Le atenderán en otro departamento" "La factura no se puede arreglar" "Vas a pagar, a pagar, a pagar..."
Me desperté una mañana empapado en sudor. Las nieblas de la pesadilla no se habían disipado, pero un sonido persistente me perforaba el oído. Y no, no era mi mujer: estaba dormida. Era el teléfono, insistente, cansino. Las notas de una melodía de Gorillaz que adoraba convertidas en una tortura. Alargué la mano y cogí el teléfono.
- ¿¿Diga??
- Buenos días, le llamo de Cosafone. Mi nombre es una demostración de multiculturalidad, así como mi acento.
Bueno, quizás no fue exactamente así como se presentó, pero un año después así es como lo recuerdo. Que nadie se queje, que ya tengo bastantes lagunas cuando trato de recordar lo que cené ayer!. La edad hace estragos, jóvenes amigos.
- Diga
- Le llamaba para ofrecerle una nueva tarifa por ser tan buen cliente. La tarifa es la nueva Bono Ilimitado 30, que le estamos ofreciendo a nuestros clientes con mayor antigüedad...
- Ajá
- ... y que tiene llamadas ilimitadas, y...
- ¿Permanencia?
- ¿Perdón?
- Le pregunto si tiene permanencia la tarifa.
- Bueno, sí, pero...
- No me interesa.
- ¿Perdón?
- Que no me interesa.
A la pobre muchacha la deben haber saturado hasta la extenuación con cursillos de márketing y campus empresariales en los que te explican porqué debes darlo todo por tus jefes a cambio de un sueldo miserable; es la única explicación que encuentro a su tono de voz indignado.
- ¿Y porqué no le interesa?
La apostillo con un "si puede saberse" y suelto una risita. Su silencio es cortante como un grito de rabia. En seguida me arrepiento. Esta boca mía me va a perder un día...
- Perdone, no, es que, verá... llevo mucho tiempo con Robofone, y he tenido muchos problemas, y...
Y vuelvo a explicar una vez más todos mis problemas con la compañía. Cuando acabo de hablar con mi psicóloga telefónica, que permanece en un silencio tan absoluto como la nada en el espacio, espero que me suelte un tipiquismo. Que me diga que ha sido culpa mía, que es problema de los departamentos, que me van a tratar mejor, que no me van a pegar más, que lo sienten y que les deje entrar en casa de nuevo. Como me suena la canción...
Pero no!
- Bueno, pues empecemos de cero.
- ¿Perdón?
- Empecemos de cero. Coja usted la tarifa con nosotros y empecemos de cero, como si fuera usted un nuevo cliente.
Anonadado me hayo. ¡Un respeto a las canas!
- Pero es que yo no soy un cliente nuevo. Llevo muchos años...
- Usted ha tenido una mala experiencia con Culofone. Eso ya no se puede cambiar. La ha tenido y la ha tenido. Pero eso pasó y pasó, y ahora es ahora.
Psicología de bar. Junto a la política de barra y a los comentaristas deportivos callejeros, una de mis expresiones favoritas de cultura popular hispanolatina.
Me masajeo las sienes, cierro los ojos y aprieto fuerte los párpados. ¿Esto va en serio?
- A ver... me está diciendo que después de todos los años que llevo con ustedes... ¿me olvide de todos los problemas que he tenido...
- Sí
- ...y que siga con ustedes?
- Sí
- ... atado ...
- ...
- ... otros dieciocho meses más.
Se hace el silencio. No tarda mucho en responder de forma seca.
- ¿Qué otra opción tiene?
- ...
- A ver, piénselo. Tenemos cobertura nacional, ya nos conoce, y sabe que tenemos un buen servicio. Tendrá una tarifa ilimitada a un precio fijo, así que no puede tener problemas de facturación. Cucofone tiene cobertura en el 100% del territorio nacional, no como OTRAS compañías, que tienen que subarrendar las antenas de telefonía. Cuando le llame alguien ¿quiere que le suene el teléfono? Porque eso es lo importante, ¿no?. Piense que se va a comprometer un año y medio de su vida con una compañía que... en fin... ¿Quiere estar un año y medio con una compañía así?.
La verdad es que tenía razón. ¿Quería?
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¡Vaya, cada vez vas enganchando a más gente!, abrí este post por casualidad y me ha cautivado, otra más que se suma al culebrón, pero no nos dejes en ascuas tanto tiempo, vas a tener que escribir un blog, tienes tirón. Te verdeo ;-)
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