Esto me trae a la mente un desagradable episodio que me dejó marcado en mi pubertad. Andaría yo por los 16-17 años, e intentaba acercarme a una chica, preciosa, pero eso si, algo bajita en estatura. Recuerdo, no sin cierta amargura, como hacia poco había visto una peli en la que se me quedó grabada una frase (peli, libro, tele, o similar, no recuerdo). Andaba yo medio enfrascado (con mi timidez galopante de aquella epoca) en un intento de charla cuando solté la frase

.
"Sabes que los mejores perfumes del mundo se guardan en frascos pequeños?" A la que su respuesta no fue otra que ...
"Sí, lo sabía, y no sabes tú que los venenos más mortíferos tambien?".
Vivir aquello en primera persona fue muy duro en aquellos años. Como os podeis imaginar salí por patas y nunca más supe de aquella chica. No es que me marcara, pero en aquella época, momento de timidez extrema e inseguridades varias, la muy zorra me hizo daño y me hizo sentir una piltrafilla humana.
Ahora no necesito utilizar frases tipo, afortunadamente tengo recursos dialécticos como para evitar todos los tópicos, pero, en cualquier caso, en estas circunstancias, en los que un tio quiere algo, y la tia no quiere nada, por norma ellas suelen ser bastante hirientes y un poco hijillas de p*t*. Hay de todo, como en la viña del señor, y no voy a generalizar, pero también podría escribirse un manifiesto de borderías tipo de las tías para hacer salir por patas al moscón de turno. Y, ojo! Hay mucho moscón suelto (alguna vez lo he sido

), pero también mucho tímido que lo pasa realmente mal para intentar sacar una palabra agradable hacia una chica que le atrae.
En fin, ni todos somos tan moscones ni pegajosos, ni todas tan malas e hirientes, pero como se una el tímido patológico con la borde que entrena por las noches

, se pueden causar daños irreparables.
Lo dicho, que muchos merecen una salida de tono a tiempo por parte de ellas, pero que a la vez muchas veces pagan justos por pecadores.
La vida, que es mu dura y complicada
Saludos