Problemón con Vodafone

Hola a todos,

Os comento un problema que tengo con Vodafone. El pasado mes contraté la tarifa de Internet Ilimitado de 39 euros y di de alta la promoción del fijo gratis para siempre, que me imagino que os sonará por la campaña publicitaria que pasan constantemente en televisión, y que consiste en que no pagas la cuota de fijo ni las llamada a fijos.

Hasta ahí todo bien: firmo el contrato, donde se especifica la promoción a la que me acojo, etc.

Pues bien, hoy me llega mi primera factura de Vodafone y observo con estupor que me han cobrado la cuota de línea. Llamo a Vodafone e informo del error y me dicen que no tengo activada la promoción y que si tengo el contrato donde se especifica que tengo la promoción, a lo que responde afirmativamente (la promoción aparece indicada en uno de los epígrafes).

Aún así, y a pesar de que el contrato que tengo firmado lo especifica perfectamente, me indican que me van a cobrar la cuota mensual.

Ante tal atropello, les digo que si eso supone que han roto el contrato de forma unilateral y, por tanto la permanencia. A lo que me contestan que NO, que la permanencia se rompe si no me dieran servicio.

¿Es esto cierto?, tenía entendido que la permanencia estaba vinculada al contrato y pensaba que si incumplían el contrato y no me respetaban la promoción, se rompía la permanencia. De hecho, el contrato se ha incumplido unilateralmente por parte de ellos.

¿Tengo que seguir con Vodafone si no me respetan el contenido del contrato?

Un saludo.

lo mejor es que te acerques a una oficina de consumo y denuncies esta estafa para que hagan un arbitraje o algo, asi seguramente te darian la razon si como dices en el contrato aparece dicha promocion y entonces deberian de quitarte la cuota o te quitaran el contrato de permanencia

Desde luego está la cosa de tu parte. Los contratos se incumplen por cualquiera de sus cláusulas. En cuando no se respeta una de ellas, se puede romper.

Pero claro, es muy bonito putear al cliente saltándose a la torera las "leyes" que ellos imponen, pero luego amenazarle si el cliente decide también jugar sus cartas.