Comunistas y multimillonarios

En el anual Congreso Nacional del Pueblo que se celebró hace unos días en China se sentaron millonarios y multimillonarios que cada año tienen más poder económico. No todos los delegados se sentían muy cómodos con la presencia de tantos ricos entre sus filas, ante las desigualdades en el país. Y es que más de 100 millones de chinos siguen viviendo en condiciones de extrema pobreza.

La creciente brecha entre ricos y pobres en China quedó en evidencia durante el Congreso. Entre los "representantes del pueblo" no elegidos estaban 75 de los 1.000 chinos más ricos. Cada uno de los diputados más pudientes tiene de media bienes por 7.700 millones de yuanes, unos 920 millones de euros (1.216 millones de dólares), según un informe de la revista Hurun de Shanghai, que cada año publica una lista de los chinos más ricos del mundo.

Entre los alrededor de 3.000 delegados del encuentro anual, que terminó el miércoles pasado en Pekín, se sintió cada vez más el malestar por la presencia de multimillonarios entre la propias filas del comunismo oficial.

Y es que muchos se preguntan si pueden representar a la gente de a pie. Ma Shangying, un importante delegado de la provincia de Gansu, expresa sus dudas. "Sólo pueden representarse a sí mismos", dijo en declaraciones a Dpa. "Deberían tomar el dinero de sus propios bolsillos y ayudar a quienes lo necesitan".

Chen Jingyu, médico de la provincia de Jiangsu, tampoco confía en el origen de la riqueza de sus colegas: "Todo depende de si lo lograron con medios legales".

Y es que mientras la propaganda comunista aboga por una vida humilde y por el amor al prójimo socialista, algunos aumentan cada vez más aceleradamente su riqueza. Los capitalistas en Pekín son aún más ricos que los de Washington: lo que sumaron a sus riquezas los 75 diputados chinos más ricos el año pasado supera ya la posesión total de bienes de todos los congresistas estadounidenses.

El delegado más rico era Zong Qinghou, presidente del imperio de bebidas Wahaha. Con bienes familiares de 68.000 millones de yuanes (unos 8.000 millones de euros) se sitúa en el segundo lugar de la lista de China. La segunda diputada más rica era Wu Yajun, presidenta de la firma inmobiliaria Longfor, que podría reflejar una de las vías más típicas de enriquecimiento en el país, a través de especulaciones inmobiliarias. Sus bienes familiares se calculan en 42.000 millones de yuanes, unos 5.000 millones de euros, según Hurun.

Y el contraste es fuerte: los millonarios y multimillonarios escuchan en los informes presentados durante la sesión del Gran Salón del Pueblo que los habitantes de las ciudades viven con menos de 22.000 yuanes al año, unos 2.640 euros, y en el caso de los que viven en zonas rurales esa cantidad es de menos de 7.000 yuanes (840 euros). Además, según datos oficiales, 128 millones de chinos siguen en la pobreza.

Cuando el arquitecto de la reforma Deng Xiaoping señaló que algunos podrían "ser en principio ricos", posiblemente no se imaginaba que las diferencias alcanzaran esa dimensión. La desigualdad en China crece como en ningún otro país de Asia. "El crecimiento de China no está repartido por igual". El coeficiente Gini, que mide el nivel de desigualdad en un país, se sitúa en 0,47, por encima del nivel de alerta de 0,4, a partir del cual pueden temerse revueltas sociales.

"Me preocupa la brecha entre ricos y pobres", afirma también un delegado de Henan, Nan Zhenzhong. "Como diputados, los ricos deben conocer la situación y los intereses del país, pues si no, no pueden ser delegados". Pero sobre todo preocupa que los muy ricos socaven la ya de por sí poca legitimidad del Parlamento.

Li Pingde, de Shaanxi, sin embargo, pide comprensión: "Los ricos son parte de nuestra sociedad. Así que el Partido Comunista tiene que dar la bienvenida también a los hombres con dinero".

Con la boca pequeña anuncia la rica empresaria inmobiliaria Cui Jinshun, de Jilin, que "el bienestar del pueblo" es la prioridad de su trabajo como diputada. Pero la pregunta de cómo "una rica mujer de negocios" puede representar los intereses del pueblo, fue recibida como provocativa: "¿De dónde es usted?", respondió airada. "¿Por qué se concentra en ese tema? Creo que ya basta", gritó.

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