A mí sinceramente no me motivan en absoluto. Si tuviera dinero para poder moverme en este mundo de forma más amplia, elegiría por mi cuenta unas acciones de bolsa y las compraría. Ahora con lo que tengo no me da para mucho más que "unas cuantas acciones de Santander y otras cuantas de Telefónica".
Lo que te han comentado más arriba es bastante acertado: puedes diferenciar entre los garantizados y los que no. Los garantizados suelen serlo sólo si aguantas con tu inversión hasta la fecha marcada, pero si decides salir antes, evidentemente vendes al precio que valga en ese momento. Y los no garantizados, pues eso, que inviertes por tu cuenta y riesgo.
Luego están por tipo de inversión: Renta fija, deuda pública, acciones nacionales o internacionales, acciones de determinados mercados (energía, comunicaciones, construcción, etc.), inmobiliarios (poco recomendables últimamente)...
Los fondos que invierten en deuda pública suelen ser, o por lo menos eran bastante seguros, porque juegas con la idea de que los países pagan sus deudas, aunque yo ahora no pondría la mano en el fuego por nadie. Problema: Rentabilidades de risa y unas comisiones que se llevan el poco beneficio que se obtiene. Las comisiones no las ves porque no te las cobran directamente, pero salen del dinero del fondo.
Sobretodo me fijaría en la rentabilidad obtenida en el pasado. Si fluctúa mucho, maaaaaalo. Si es escandalosamente alta, maaaaaalo (porque puede ser escandalosamente negativa al año siguiente y perderlo todo). Recuerda: rentabilidades/intereses elevados, riesgo elevado.
