Ahora, esta vez en el hospital de Zamora, lo que me encuentro son carteles de prohibido fumar por todas partes, salvo en la escalera, que es donde se reúne la gente para ello. Por el contrario, al menos, en la planta que visito, no hay ninguna alusión a los móviles, y si hay una concentración de ellos algo fuera de serie (en parte porque en las habitaciones han quitado los fijos que había).
Esto me hace plantearme dos cosas. Lo primero si la gente que pide el alejamiento de las antenas de las "zonas sensibles" es consciente de que la emisión electromagnética producida por tanto teléfono (muchos de ellos hablando) es muchísimo mayor que la que pueda producir una antena a varios cientos de metros (igual pasa en los colegios donde los niños mandan mensajes de manera continua).
Lo segundo es la falta de respecto generalizada de la gente. Por una parte de los fumadores (caso de Salamanca) y por otra de los usuarios de móviles (visitantes e incluso de los propios pacientes, por no hablar de algunos médicos y enfermeras) que, independientemente de las interferencias que puedan crear en electrónica médica, no tienen la educación necesaria para tener sus móviles apagados y no molestar a los enfermos. Además los timbres suenan habitualmente a todo volumen.
Una vez más se demuestra que en este pais, las masas son dirigidas. Mucha concienciación a la hora de luchar contra antenas que no molestan, y ninguna a la hora de la verdad, en los detalles importantes.
