El africano acudió al Hospital General de Alicante y tras comprobar que padecía inflamación de las amígdalas y un cuadro de malestar general fue remitido al centro de referencia para este tipo de infecciones en Alicante, el Hospital de San Juan, donde fue aislado en la sala que han habilitado para iniciar el protocolo contra el ébola.
El traslado se produjo por personal del centro, equipados con trajes de aislamiento con dos ambulancias de soporte vital básico, completamente aisladas, que fueron escoltadas por dos unidades de la Policía.
El hombre tenía más de 38,3 grados de fiebre, el límite considerado como posible síntoma de la enfermedad, según informan fuentes hospitalarias a Europa Press. Además de la fiebre, presentaba otro de los síntomas, si bien las fuentes consultadas no han precisado cuál. Son síntomas de la enfermedad la cefalea, diarrea o vómitos, entre otros.
El ciudadano nigeriano acudió con su hermana, que no presentaba aparentemente síntomas, "pero que sí estaba en contacto directo con él", de ahí el protocolo preventivo, según fuentes de la Conselleria de Sanidad, que a última hora de la noche todavía no podía confirmar si la enfermedad del atendido es ébola.
Tras realizarle diferentes pruebas, desde el Hospital de San Juan se remitieron muestras de sangre y fluidos al Instituto Nacional de Epidemiologia Carlos III donde en estos momentos están siendo analizadas para comprobar si el paciente de Alicante muestra el test positivo del ébola.
La fiebre hemorrágica vive su peor epidemia en el África occidental, donde ha dejado más de un millar de muertos en Sierra Leona, Liberia, Guinea Conakry (donde surgió el brote) y, en menor medida, Nigeria (donde por el momento sólo se han registrado cuatro fallecidos y 12 afectados, según los datos de la OMS).
La epidemia no ha salido por el momento de la región, aunque España ha sido el primer país fuera del continente africano en registrar una muerte por ébola: la del padre misionero Miguel Pajares, que contrajo la enfermedad en Liberia.
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