iKillers que no matan nada
¿Vieron esas ferias cosplay donde todos los fans van disfrazados de su personaje favorito? El CES 2012, como dijo alguien por allí, pareciera ser un encuentro de imitadores de Apple. No lo publicamos sólo nosotros en este artículo, o sólo ALT1040, es la conclusión a la que han llegado gran parte de medios de todo el planeta. Es la síntesis a la que hay que arribar si tienes dos dedos de frente: infinidad de artículos que apelan al reconoSIRImiento de voz, ultrabooks con sueños de ser -cuando sean grandes- Macbook Airs, hasta cámaras de fotos que parecen correr iOS, y como es habitual, celulares que se asemejan más al iPhone que el propio iPhone.
Seguro, no faltará el amable forista que diga que Apple no inventó nada de esto; que el reconocimiento de voz fue creación de Nuance, y que antes fue una exploración que le rindió algún fruto a Google; que también hubo mucho de Android que copió iPhone (discutible); que las ultrabooks… pues nada, que aquí no hay argumento que vale (¡si no miren las fotos que tomó Carlos Rebato en la convención de Las Vegas, la de arriba es una Air, la de abajo una Asus Zenbook UX21!) y un aburrido etcétera.
Claro que le podemos buscar la vuelta discursivamente, y redactar comentarios rebuscados de tal forma que quede Apple como una empresa que sólo produce artículos caros con un logo bonito. Pero, por más esmero que le pongamos a la intentona, la verdad es que MacBook Air es líder en su segmento y con meses de soledad en la pelea. Que el iPad es amo y señor en el mercado de los tablets. Y que el iPhone hizo de Apple la empresa más poderosa del mundo.
El problema aquí es que la competencia está más obsesionada con Apple que los propios usuarios. ¿Acaso no saben que el fuego no se combate con fuego? ¿Acaso no acribilló Steve Jobs la tendencia de las netbooks (hoy nadie habla de netbooks) lanzando las Air (o las utrabooks)? (Recuerdo que entonces se especulaba con la idea de que saliera alguna netbook con una manzana mordida en su tapa… ¡Por Dios!) ¿Nadie recuerda que el iPhone, hace cinco años, se presentó como un producto que reunía un iPod, un teléfono y una estación de comunicaciones de internet en un mismo aparato? Con esa síntesis se logró superar a Nokia y Blackberry en el segmento de los smartphones, y no precisamente ensamblando otro celular repletos de teclitas de tamaño alfiler, tal como era la tendencia en el 2007.
Steve Jobs y Bill Gates admiraban a una misma persona, Henry Ford. Sí, el hombre que tuvo la visión necesaria para lanzar nada más ni nada menos que la industria del automóvil. El tío que dijo: “si yo le preguntaba a los clientes que querían, me hubiesen dicho un caballo más rápido”. El empresario que enseñó que más que mirar las tendencias, más que hacer focus group… hay que dar saltos de calidad en término de innovación. Ese amplio panorama tenía Bill Gates cuando imáginó que el futuro estaría en los programas más que en el hard. O la tuvo Google cuando encontró en Linux la puerta de entrada para su Android. O lo tuvo Nintendo cuando pensó que una consola innovadora como la Wii podía ganarle a los goliats del rubro. Y la tuvo Steve Jobs cuando vio en la experiencia de usuario el sentido de todo lo que vendrá.
Y es que salvo Google y Microsoft, el resto de las grandes corporaciones informáticas en competencia con la manzana mordida, sueñan con robarle a Apple alguna cuotita lanzando clones. Clones que son y han sido presentado desde siempre como iKillers. “Asesinos de i” que no mataron nunca a nadie. Ni siquiera a una vocal. Y entonces, el argumento de venta es y fue: “este aparato es como el (iPhone, iPad, Air) pero mejor porque…”
Si no, recordemos uno, sólo uno: el Nokia 5800. Hace tres años los medios publicaban que este touchscreen se iba a desayunar el iPhone en el primer amanecer porque… era gramos más liviano, porque tenía un tanto más de resolución, porque soportaba tarjetas SD, por el microUSB. Recuerdo, cuando fui a la tienda en busca de un celular con wifi, a mí me lo intentaron vender con este argumento: “Este Nokia es como el iPhone, pero mejor porque es ampliable la memoria y trae un stylus…” ¡Un stylus!
No asesinó a nadie el pobre 5800, por supuesto. El sistema operativo Symbian es, por su parte, un muerto en vida, mientras iOS colecciona miles y miles de aplicaciones en su tienda.
El error de entonces de la competencia, el error de hoy, fue siempre el mismo: obsesionarse con Apple, con el diseño y las características físicas de sus productos, incluso más aún que los propios fanboys.
La mayoría de la gente cuando compra un producto, lo hace pensando qué va a poder hacer con él. Cuán fácil o placentero será realizar tal o cual tarea. Es simple. Una ley que hoy podría resumirse así: no se trata de quién le mete más cores a los procesadores; si no, de quién se gana el corazón del usuario.
Esto está demasiado tranquilo jejejeje
Hala, a darle cera a la manzana podrida
