La Cronica Del Marques De Sotoancho

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El Marqués de Sotoancho escribe una cronica sobre las cosas que ocurren en su propiedad La Jaralera todas las semanas en el semanario tiempo. Os pego la ultima, de esta misma semana, titulada "El plan"

Para los que no le conozcan, el Marques vive con su madre, y ahora con su segunda esposa, hija del jardinero, despues de haberse casado con otra, despues de muchos años soltero. Por supuesto, disponen de un amplio servicio.


Mamá me ha citado en el despacho. Eso significa que la reunión tiene carácter institucional. Cuando se producen este tipo de acontecimientos, en casa tenemos la costumbre de vestirnos de oscuro. Me ha preparado Tomás un traje azul, camisa a rayas, corbata azul con motas blancas, medias negras y unos zapatos ingleses de cordones de Jack-son & Ferrimore que me hice a medida en Londres cuando me fastidiaron con la fimosis. Al entrar en el despacho, Mamá, impecablemente vestida de negro y con el collar de perlas que se compró para regalárselo a doña Carmen Polo -se lo escondimos Papá y yo para que no lo hiciera-, me recibe altiva. En este tipo de reuniones nos tratamos de "usted" para dar más rango al encuentro.
-Le agradezco que haya aceptado mi invitación. La reunión será breve-. Está rumbosa y austrohúngara. ¡Qué planta a los noventa y cuatro años! Me ha ordenado que me siente y entregado una carpeta bastante abultada. -Es mi Plan-.Ante mi silencio, se ha puesto a hablar.
-Lo que le entrego es mi plan de libre asociación con La Jaralera. Es un plan amable y de convivencia. Desde que usted se casó con la hija del guarda, que en paz descanse, y posteriormente se unió por lo civil con una señorita colombiana dos veces divorciada, no me siento cómoda en esta casa. Por ello, en mi plan le expongo con todo respeto mi propósito de mantener con usted un tratamiento de mutua deferencia al mismo nivel. Y le ruego que renuncie al derecho de uso por parte de su mujer por lo civil, del marquesado de Sotoancho. Si no acepta mi plan y se niega al diálogo, lo llevaré a cabo de igual manera, y si usted sigue oponiéndose, le advierto que podemos terminar a tortas.
Me suena algo, pero no termino de relacionar lo que dice Mamá con alguna cosa que he leído últimamente. Por supuesto que mi respuesta inicial ha sido negativa. -Usted es parte de esta casa, es mi madre, y tiene el derecho de usar el título de marquesa viuda de Sotoancho. No puedo privar a mi mujer del uso de la dignidad que le corresponde, y me temo que su pretensión de mandar en esta casa con el mismo rango que yo, es intención inaceptable. Yo soy el propietario de todo esto, señora, y con mucho gusto acepto su presencia en esta casa. Tiene usted a su disposición una cuenta corriente envidiable, un servicio particular y una capellanía refrendada por el señor cardenal arzobispo de Sevilla. Su plan, señora, ha sido rechazado-.
-Usted quiere imponerme su soberanía, y no lo voy a tolerar. Tengo el apoyo de mi servicio particular, que no desea independizarse de esta casa, sino mantener un amable tratado de libre asociación. Si no reconoce usted mi singularidad y la de mi servicio doméstico, organizaré un "referéndum", cuyo resultado será vinculante. Por ahora tengo a mi favor mi voto y el de María, mi doncella y ponebaños. Y en contra el de don Crispín, al que ha sobornado usted con un aumento de sueldo. Decídase. Doy por terminado el diálogo-.
Dicho esto, con empaque y dignidad, ha abandonado el despacho. Lo que me faltaba. Con todo lo que está lloviendo, Mamá quiere separarse de La |aralera y seguir viviendo en La Jaralera. No sé por quién se habrá dejado influir, pero el día que me tope con ese cabronazo, se va a enterar.


saludos emoticon sonrisa

PS: cuanto se echa de menos aquel debate del estado de la nacion emoticon triste


Madrid
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Me uno a la PS emoticon sonrisa emoticon sonrisa


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