Toothing: Ligoteo móvil con bluetooth

“Tengo 32 años, salgo de mi casa a las 7.30 de la mañana para, mediante diversos transportes públicos como el metro, llego a mi lugar de trabajo, tras una larga jornada de mi insatisfecha vida, llego a las 20.00h de la tarde a casa, mi vida social es prácticamente nula y mejor no hablar de mi vida sexual”

Este perfil es a grandes rasgos, el del practicante del Toothing. La nueva palabreja de moda de los geeks anglosajones, básicamente y en pocas palabras consiste en establecer contactos sexuales, de mutuo acuerdo y permaneciendo en el anonimato, con “extraños” a través del dispositivo bluetooth que traen hoy en día la mayoría de los nuevos terminales de telefonía móvil.

Por ejemplo vamos en el autobús, o en el metro conectamos nuestro bluetooth en el móvil que nos permite ver en un radio de entre 10 y 100 metros los móviles con bluetooth conectados y enviarles un mensaje al otro dispositivo, haciendo todo esto sin conocer el numero de móvil de la otra persona, solamente conoceríamos el alias que tenga puesto para darse a conocer en el apartado de bluetooth de su telefono; el intercambio suele comenzar enviando a la otra persona la palabra Toothing y si la otra persona acepta, responde y establecen un lugar de encuentro sin mediar mas palabras que los bytes que circulan por radiofrecuencia entre los dos teléfonos.

El Toothing es algo así como la evolucion movil del “doggin” de moda desde hace 2 años en el reino unido, este último es una mezcla de flashmobs con sexo, exhibicionismo e internet. En el que se establecen contactos sexuales en sitios públicos, como parques y parking de supermercados, a traves de una pagina web orientada al “doggin”, “los participantes” se presentan a traves de correo electrónico o mensajes multimedia en el caso del móvil, y si están de acuerdo montan un doggin en un parque una o varias personas.

Y todo esto gracias a la tecnología que abre nuevos campos en el mundo de las relaciones interpersonales. De momento solo los ingles y en sus famosas líneas de metro parecen que trabajan demasiado y tienen buenos móviles, tienen que usar estos métodos por necesidad o por simplemente el morbo de lo desconocido unido al sexo.

¿Se acabarán las largas noches de copas en los bares buscando un rato de cariño en alguna barra de un bar, sustituiremos las copas en nuestras manos por un móvil?

¿Tendremos más éxito, sexualmente hablando con un móvil que persiguiendo a las chicas por las barras de las discotecas, se sustituirá la verborrea etílica por las nobles artes escritas en la minúscula pantalla de mi móvil?

No se si aquí en España tendrá éxito alguna de estás prácticas, yo por si acaso y en vista del consumo excesivo del bluetooth de la batería de mi móvil, llevaré una siempre de repuesto, no vaya a quedarme sin batería en el momento oportuno como siempre pasa. Maldita ley de Murphy.

¿toothing?