Samsung Galaxy S6, rayado, doblado y quemado

Samsung ha sacrificado algunas funciones muy demandadas en la familia Galaxy S como posibilidad de introducir una tarjeta SD, la batería extraible o la resistencia al agua, en pos del diseño y la calidad de materiales. Es precisamente el empeño que han puesto los coreanos en ofrecer un terminal completamente Premium, que lo hace más resistente de lo que podría parecer. Antes de nada, cabe recordar que los S6 están fabricados en una aleación de aluminio y cristal, con el que han conseguido un smartphone de un solo cuerpo compacto, elegante y muy agradable al tacto. Estas mejoras bien pudieran ir en detrimento de una mayor resistencia, pero parece que no es así,.

A este paso, los Galaxy S6 van camino de convertirse en los smartphones más maltratados de la historia, ya que los vídeos que ponen a prueba su dureza no hacen más que sucederse por toda la red. En esta ocasión os traemos un vídeo en el que el Galaxy S6 es sometido a rayones con varios artilugios, presión extrema para ver su flexibilidad y hasta su comportamiento después de quemarlo durante varios segundos con un mechero. Visto los resultados, parece que Samsung ha encontrado un excelente equilibro entre la calidad de los materiales y la resistencia.

No es casualidad que los bordes de aluminio de los Galaxy S6 estén fabricados con una aleación grado 6013, utilizado en ocasiones para la fabricación de aviones, coches, o bicicletas de montaña, es decir, elementos obligados a tener una buena relación ligereza/durabilidad. Los expertos indican que los materiales inutilizados en los Galaxy S6 son casi dos veces más resistentes a golpes y arañazos que los usados en los iPhone 6 de Apple.

En las pruebas que vais a ver en el vídeo, la de doblar el terminal es sin duda la que más hace resentirse al Galaxy S6. No obstante, hay que tener en cuenta que es una presión extrema que hace temblar los cimientos del terminal, pero a la que rara vez someteremos de forma accidental. Os dejamos con el vídeo en cuestión para que saquéis vuestras propias conclusiones.