Samsung tiene problemas con la producción del S6 Edge

Pese al tímido paso dado con el Galaxy Edge y el Galaxy S6 Edge, dos terminales en los que Samsung ha jugado modestamente con la tecnología de pantallas curvas, la compañía coreana lleva mucho tiempo interesada en su completo desarrollo comercial. Lanzar al mercado un smartphone curvo y flexible no es algo de futuro, LG sin ir más lejos tiene ya dos generaciones de su Flex en el mercado, un dispositivo con la pantalla curva capaz de doblarse ligeramente y volver a su sitio sin inmutarse. No obstante, el concepto de Samsung en este campo podría ir más allá, con la preparación de un smartphone que sea capaz de doblar completamente su chasis.

Eso se deduce de la última patente presentada por los coreanos a mediados de 2014 y que ha sido revelada ahora por la USPTO (la oficina de patentes y marcas estadounidense). En este caso, tanto la pantalla como el marco del terminal podrían doblarse y volver a su sitio, algo que la propia Samsung nos mostró en su día como prototipo de pantalla flexible, pero que nunca hemos visto acoplada a un smartphone real. La gran dificultad vendría en el desarrollo de los marcos, plásticos, baterías y demás materiales que también deberán ser susceptibles a dicha flexión.

Aunque un servidor cree firmemente que Samsung debería haberse arriesgado a lanzar un solo Galaxy S6 (el Edge), la compañía podría estar inmersa en un proceso de transición importante, por lo que las sorpresas con la tecnología flexible en familias de terminales como los Note o la propia Galaxy, deberían seguir sucediéndose en próximas presentaciones.

Fabricación compleja

Un aspecto a tener en cuenta es que por muchas patentes que se firmen y por muchas buenas ideas que los fabricantes tengan en la cabeza, la industria y los proveedores necesitan adaptarse a las nuevas necesidades de producción. Samsung está teniendo problemas para conseguir el stock deseado para el Galaxy S6 Edge. Al parecer, la empresa responsable de su fabricación está trabajando a menos del 50% del rendimiento, debido al laborioso proceso de manufactura que requiere las famosas esquinas dobladas. Para conseguir el efecto es necesario maquinaria especializada capaz de doblar el cristal de forma totalmente simétrica, previo calentamiento del vidrio a unos 800 grados centígrados. Esta es una de las razones por las que el S6 Edge es más caro que su hermano el S6.

Samsung intentará terminar una producción de 4 millones de Galaxy S6 Edge antes de final de mes, mientras que para el mismo periodo tendrá listos 9 millones de unidades del S6 convencional. Ambos terminales saldrán a la venta a comienzos de abril. ¿Con cuál os quedáis?