Vodafone no debería firmar con iPhone

THE WALL STREET JOURNAL EUROPE

Vodafone no debería dejarse cegar por la exagerada publicidad en torno al lanzamiento del nuevo teléfono de Apple, el iPhone. En Estados Unidos, el operador de telecomunicaciones AT&T firmó un acuerdo exclusivo de repartición de ingresos con Apple. Se cree que Vodafone sería el favorito para firmar un acuerdo similar en Europa. Pero el grupo de telefonía móvil no debería esforzarse demasiado para hacerse con el acuerdo.

Es fácil comprender por qué desearía Vodafone el iPhone. Probablemente los teléfonos se venderán como churros. Si se asume que Europa supondría el 30% de las ventas mundiales del iPhone, el mismo porcentaje que en el caso del reproductor de música iPod de Apple, hablaríamos de tres millones de clientes más para el año próximo. Incluso para Vodafone, que obtuvo 10 millones de clientes nuevos en Europa el año pasado, es un negocio importante.

Además, los clientes del iPhone serían de los buenos, ya que serán probablemente grandes consumidores -el modelo más barato cuesta US$499 en Estados Unidos. Además, suponiendo que el acuerdo europeo de Apple se realizara copiando el modelo estadounidense, los clientes deberían firmar contratos de dos años, lo cual ayudaría a Vodafone a ralentizar la creciente deserción de sus clientes.

Pero Vodafone no negocia exactamente desde una posición débil. Cerca del 26% de usuarios de telefonía móvil en Europa son clientes de Vodafone y su cuota de ingresos se sitúa en el 30%, según Goldman Sachs. Pero si las condiciones del hipotético acuerdo con Vodafone fueran favorables a Apple, el grupo británico podría verse obligado a pagar un elevado precio por unos ingresos que de todas formas habría obtenido.

Además, una apuesta por el iPhone podría suponer un giro estratégico para Vodafone. El nuevo aparato es atractivo, pero utiliza tecnología de última generación. Vodafone ha apostado ampliamente por la tecnología más avanzada 3G.

Por otra parte, para las acciones de la compañía AT&T el acuerdo con Apple no ha sido tan positivo. Han registrado un comportamiento marginalmente superior al de sus competidores estadounidenses desde que el acuerdo se firmara en enero. A Vodafone podría ocurrirle lo mismo a menos que logre un acuerdo ventajoso. Ha llegado el momento de que el grupo británico demuestre que puede convertir su tamaño en poder de negociación.

-- Mike Verdin, John Paul Rathbone y Dwight Cass