Instagram últimamente es carne fresca de noticias. Se hace la " mejor amiga" de Facebook, rompe con Twitter, incorpora un nuevo filtro, etcétera, etcétera. Sin embargo, ninguna más polémica que la que nos ocupa en este artículo: Instagram ha modificado su política de privacidad y desde enero podrá comercializar con nuestros datos.
Ya me imaginaba yo que la adquisición de Instagram por parte de Facebook iba a perjudicar a los usuarios tarde o temprano, al igual que si Facebook hubiera comprado Whatsapp, seguro que hubieran terminado por llenar de publicidad la aplicación de mensajería. Porque Facebook es lo que tiene, una política publicitaria y de privacidad que perjudican a sus usuarios, las cosas como son. Por todos es sabido que una vez que subimos a Facebook una foto, estamos perdiendo los derechos sobre ella y sirviéndoselos en bandeja a Marck Zuckerberg y compañía.
¿Qué implica la nueva política de privacidad de Instagram?
Pues ahora Instagram es de Facebook, señores, y así ha ocurrido. En el caso de la red social de fotografía, estamos hablando de una nueva política de privacidad que entrará en vigor el próximo 16 de enero y que significa lo siguiente: ahora Facebook puede usar tus fotos con fines publicitarios. Es decir, tú seguirás siendo el propietario de las fotos que has tomado y podrás controlar quién quieres que las vea, pero si haces público tu contenido, Facebook las podrá usar con fines comerciales así como las podrá vender a empresas dependientes.
Pero no acaba aquí la cosa: además de vender tus fotos, debemos aceptar que puedan usar nuestros datos o nombre de usuario e incluso la localización de dónde nos encontramos con estos fines sin que nosotros recibamos ninguna compensanción. Así lo dicen (y se quedan tan anchos) en su política de privacidad, que podéis consultar aquí.
¿Y qué dice Instagram?
Según Instagram, esta nueva política va a facilitar a su vez la lucha contra el spam o a detectar problemas de fiabilidad del sistema, así como va a permitir una mejor integración con Facebook. A mi parecer, todos estos hechos y políticas se engloban, a fin de cuentas, en una política comercial que pone en riesgo nuestra intimidad. De hecho, me aventuro a decir que Instagram terminará incluyendo publicidad tal y como lo hace Facebook, aunque espero no tener razón.
De momento, sólo puedo animaros a todos los que tengáis fotos en la red social a que mantengais vuestro contenido como privado y os leáis bien las condiciones de la políitca de privacidad.
